En una época de luchas obreras contra los abusos de la clase burguesa, y ante la pasividad del gobierno contra los levantamientos proletarios, muchos comerciantes se movilizaron, ante la pasividad del gobierno para defender sus negocios. De ese impulso, surgieron los llamados "Somatenes" de propietarios de pequeños comercios en defensa de sus intereses. Así pues, muchos de los cauces migratorios de familias dedicadas al pequeño comercio, emigraron del medio rural para situarse en ciudades como Bilbao y San Sebastián. Isabel Azaola Aspizua, originaria de Izarra, Álava, donde se había instalado su padre, Cipriano, un comerciante de vinos, a raíz de la llegada a la zona del ferrocarril, entroncó, por matrimonio, con Luis Montes Gorostiaga originario por familia de Guipúzcoa y de Vizcaya. La relación entre los padres de ambos como comerciantes, a su vez, instalados en Bilbao, impulsó ese matrimonio. Se dice que el bisabuelo de Luis, Juan Montes Carrasco, llegó a Tolosa desde Cantabria, como médico, durante la guerra de la independencia napoleónica (1808-1813), y que en 1816 se casó con Concepción Lizarzaburu Martí (1796-?), oriunda del pueblo de Lizarza, Tolosa). El nieto, Juan Montes Laburu, comerciante pero con buena formación cultural, se casó con Venancia Gorostiaga, tía del famoso músico, Alberto Gorostiaga e Ipiña, profesor de canto en París y Hollywood de la cantante Lily Pons. Se dice que uno de los primeros Lizarzaburu en 1512 recibió el título de Barón de Lizarzaburu, por sus hazañas en favor de los Reyes Católicos cuando tuvo lugar la contienda bélica contra los franceses en la batalla de Velate, Navarra. En esa contienda se requisaron los famosos doce cañones a las tropas enemigas, proeza indudable dado que las tropas de entonces contaban aún con escasa piezas de este calibre.


Juan Montes Laburu (1850-?), casado con Venancia Gorostiaga Echevarría (1856-?)(arriba, en
los toros), tía del famosos musicólogo Alberto Gorostiaga Ipiña. Venancia era hija de un afamado comerciante de sombreros, Martín Gorostiaga Larrínaga, de origen guipuzcoano quien se casó con Magdalena Echevarría Reguero, nacida en Bilbao en 1838 de profesión costurera. Juan Montes Laburu, natural de Tolosa, Guipúzcoa, al casarse con Venancia invirtió en una sombrerería para la clase social alta en El Arenal de Bilbao (ver foto). Cuando comenzó la crisis de venta de estos sombreros (años 20 y 30), la sombrerería tuvo que cerrar. En aquellas épocas había en Bilbao muchas protestas porque esos sombreros impedían ver la escena en los teatros.
En el libro titulado
"Memorias de un bilbaino. De 1870 a 1900" de José Urueta con prólogo de
José Mª de Areilza, editado en 1952 en San Sebastián, se dice "Al final
de la acera del Boulevard, había otra pequeña tertulia en la sombrerería
de Juan Montes, tolosano de origen pero que pasó el sitio de Bilbao,
siendo auxiliar y de los más finos, y estaba considerado y querido como
chimbo originario." Parece ser que el origen del apellido Montes, entre
los lugareños de Tolosa procede del abuelo, un médico oriundo de
Cantabria, Juan Montes Carrasco, que llegó a la zona para incorporarse a las filas contra la invasión
francesa (1808-1813), y casó en 1816 con Concepción Lizarzaburu Martí
(1796-?).

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A la derecha, Alberto de Gorostiaga Ipiña en agosto de
1954, hijo de Alberto Gorostiaga Echevarría y padrino de Alberto Montes Azaola. Nació y murió en Bilbao (1880-1957). Maestro de canto, establecido sucesivamente en Barcelona, Milán, París en 1903, Hollywood y Nueva York. Entró en la ópera como cantante y salió de ella para acreditarse
como uno de los mejores maestros de canto de su época. Fue el artífice
de la carrera artística de la famosa soprano Lily Pons. Los gobiernos de
Italia, Francia y España le condecoraron. Viajó asiduamente a España y conoció a su tercera pareja, la mezzosoprano Lide Ibarrondo. Fue miembro de la Logia Caridad de Bilbao, de ideología democrática y liberal, y por ello juzgado en 1946 por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo (vigente entre 1940-1963), y condenado a doce años de prisión. Fueron masones famosos personajes de la cultura y el pensamiento como Montesquieu, Voltaire. George Washington, Mozart, Oscar Wilde, Conan Doyle, Antonio Machado, Rubén Darío, Manuel Azaña, Santiago Ramón y Cajal o Winston Churchill entre muchos más.
La Masonería defendía una ideología racionalista y liberal sin imposiciones dogmáticas. Se constituía a través de gremios y profesiones. En las Logias se enseñaba a cada miembro la existencia de una Verdad en el mundo, que es constante e invariable pero cada Mason tenía el deber de buscarla a través del conocimiento y la racionalidad. Sus miembros se identificaron con posiciones ideológicas socialistas o nacionalistas pero siempre democráticas. Al ver la detención de su tío Juan Montes Gorostiaga, probablemente por pertenencia a Logia Masónica, y posterior muerte en la prisión de Celanova en el 39, explicaría que partiera a EEUU hasta el año siguiente a la condena, que le permitió viajar a España redimido por su contribución a la cultura musical y por el apoyo internacional. Fue condecorado con la Encomienda de Alfonso X El Sabio en 1947 por iniciativa del Ministerio de Educación Nacional (ver BOE).
Siguió trabajando en Estados Unidos, donde firmó con el Metropolitan Musical Bureau. En 1953 cantó junto a Lily Pons en la gala de honor del presidente de EE UU Dwight D. Eisenhower. Aquejado de una enfermedad cardiaca, se trasladó a su ciudad natal donde murió con 77 años en el Hotel Carlton de Bilbao. "Por profesiones, podemos dividir a la masonería vizcaína en dos épocas bien definidas», detallan Xabier Gómez y Pedromari de Zubiaga en el libro 'La Masonería en Bizkaia'. «En la primera, a finales del siglo XIX y principios del XX, contamos con la presencia de unos diez artistas líricos, tenores de ópera, tiples y tenores de zarzuela y un director de orquesta, numerosos marinos, maquinistas navales, pilotos y capitanes mercantes, empleados, libreros, propietarios e industriales. En la segunda época, la más cercana a la guerra civil, las logias se nutren de políticos y militares". "Los masones a partir del s. XVIII, ya no eran constructores al uso, sino que anhelaban la edificación de una nueva Humanidad mediante la perfección del Hombre a través del conocimiento. De esta forma, surgía una entidad con unos principios muy novedosos para la época, como la defensa de la dignidad humana, de la solidaridad y de la fraternidad. Pero esta actividad transformadora fue severamente perseguida tanto en monarquías como en repúblicas". A alguien, un día, se le oyó decir "si soy mejor persona es porque soy masón". (https://elasombrario.publico.es/espana-salda-cuentas-con-la-masoneria-estigmatizada-y-perseguida/) |


Arriba, Lola Montes Gorostiaga (1890 ?-1960 ?). Vivió y murió en San Sebastián hacia 1960. Parece ser que estuvo afectada, en los últimos tiempos, por un estado de demencia, provocado quizá por el miedo y el cruel destino de su hermano Juan y el expediente policial de su hermano Luis. Esa situación la llevó a regalar sus joyas a la mujer del dictador Francisco Franco, como alejar al franquismo persecutorio de la familia. A la izquierda, Juan Montes Gorostiaga (1874-1939), fue profesor de música y murió de caquexia en la cárcel franquista de Celanova, Orense, en octubre de 1939, a los 65 años de edad, algo que la familia siempre ocultó quizá por el miedo que les infundió la dictadura y su detención por ser seguramente masón. Sentadas están Venancia y Lola. En medio, pudiera ser otra de las hijas que murió pronto.
En la Gaceta de Madrid de 22 de agosto de 1892, nº 235, página 721 aparece el listado de los premiados en el curso 1891-92 por la Escuela de Música con los nombres en distintas habilidades musicales. En ese listado está Juan Montes primer premio en solfeo del profesor Tragó y, en Armonía, el segundo premio del profesor Fontanilla.
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Luis Montes Gorostiaga (1888-1942), segundo hijo de Venancia. Casado con Isabel Azaola Aspizua. Se incorporó al somatén de Bilbao en defensa de sus intereses comerciales y empresariales centrados en el sector de la sobrerería y la zapatería. Pero las sucesivas crisis económicas y el ambiente político social acabaron arruinando todos sus proyectos de gestión empresarial. Su final estuvo marcado por la pérdida en los primeros días de la guerra civil de su hijo mayor que se había alistado en las filas de los requetés de Navarra, influido por sus tíos Azaola, sin él saberlo. Por ello intentó por todos los medios ponerse en contacto con el mando de guerra franquista para recuperar del frente a sus otros dos hijos, Alberto y Juan. Hay una ficha en el archivo de memoria histórica en la sección de pertenencia a logia masónica.
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Foto de Alberto Unzurrunzaga |
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Foto de Alberto Unzurrunzaga
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1913. Sombrerería de Juan Montes Laburu en El Arenal de Bilbao durante una carga de la guardia a caballo contra alguna concentración obrera. La sombrerería acabó cerrando por los cambios en la moda hacia los años 20 y 30, y la consiguiente crisis de sombreros de copa de hombre de influencia francesa e inglesa o los de mujer de alas grandes y sedas. "Los años 20 en Europa, en los que las reglas formales sobre cómo vestir comenzaron a relajarse, fueron el momento perfecto para que la gente optara por quitarse de vez en cuando el sombrero, que aunque seguía utilizándose (especialmente por las clases altas) ya no se veía como una obligación. Sorprendentemente, en los años 30 se retrocedió un poco y aparecieron nuevos modelos, y en los años 40 llegó la Segunda Guerra Mundial y con ella nuevos cambios sociales". (El Confidencial)

| La tía abuela Lola Montes Gorostiaga con su sobrino Luis Mª Montes Azaola en la playa de San Sebastián.
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 | La tía abuela Catalina Azaola Aspizua con su sobrina Mª Dolores Montes Azaola en Bilbao, calle de Buenos Aires.
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Luis Mª Montes Azaola. Fotografía con efecto de espejos.
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Nuestro padre, Alberto Montes Azaola.
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Desfile del somatén de Bilbao. En el centro de la primera fila, el abuelo Luis Montes Gorostiaga.
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