sábado, 31 de octubre de 2015

V. RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA FAMILIAR. De nuevo la emigración por la larga crisis de posguerra. De la España negra a la luminosa América.

De nuevo la emigración de los años 50 a causa, esta vez, de la larga crisis económica de la posguerra. Después de las oleadas de exiliados de la República, llegan los nuevos emigrantes. Venezuela es uno de los países de acogida, y allí se reencuentran ciudadanos que en España habían estado enfrentados por razones ideológicas pero que allí les hermanan las dificultades y los dramas familiares vividos. Las navieras españolas ponen al servicio sus naves para quienes desean salir en busca de la mejora de vida, que en España sólo disfrutan unos pocos. Allí se dirige Alberto Montes Azaola casado con Begoña Amuriza Velasco y con tres hijas -después nacerán dos más-. La familia regresará a Barcelona en 1958.

Monte Albertia.
Carta de Alberto desde el Monte Albertia.
Comienza a aflorar la felicidad no exenta de preocupaciones.
Alberto Montes Azaola y Paco Ortega, periodista bilbaino que desapareció en la selva amazónica hacia 1958. Tras la guerra civil, la vida se convirtió para ellos en un viaje iniciático que terminó pronto para Paco y horadó en el rostro de mi padre huellas de tristeza y nostalgia, alternadas con breves momentos de felicidad y expresión risueña. No obstante la historia familiar le persiguió siempre. Fue un buen fotógrafo y gracias a él conservamos un buen catálogo de fotografías.

Los primeros trabajos
Una visita a Nueva York donde empieza a desarrollar su afición a la fotografía.

Tomando un refrigerio.

Visita a Miami.
Llegada de la familia en el Monte Urbasa.
Begoña Amuriza y dos de sus hijas.
Con el capitán del barco.
El bautizo de la cuarta hija. Caracas.
Merienda de bautizo con la familia Benegas y la familia Busquets. Vestido de marinero Txiqui Benegas.

domingo, 25 de octubre de 2015

IV. RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA FAMILIAR. La rama progresista e ilustrada.


Los movimientos migratorios de los españoles desde el último cuarto de siglo XIX hasta el periodo franquista afectaron de lleno a muchas personas de distinta condición social o ideológica. El desarrollismo de ciudades como Barcelona cuando se iniciaron las obras de construcción del plan Cerdá y la ampliación del Ensanche favoreció la llegada de paulatinos y cada vez más numerosos grupos de gentes de otras regiones españolas. En 1918 llegaron a dicha ciudad Dionisio Amuriza Esquivil y Victoria Velasco Soto procedentes de Bilbao, y se instalaron en el llamado barrio gótico de la antigua ciudad, calle Agullers, esperando nuevas oportunidades laborales. Los primeros trabajos llegaron, y Dionisio comenzó a hacer compatibles sus habilidades para la contabilidad y para la gestión empresarial con sus inquietudes políticas socialistas. Cuando estalló la Guerra, Dionisio y Vitoria se habían trasladado a vivir a la Avenida Diagonal. Tras la guerra civil comenzaron los veraneos en Izarra, donde entraron en contacto las dos familias, los Montes Azaola y los Amuriza Velasco.

1919. Dionisio Amuriza Esquivil (1893-1957),  era hijo de Marcelina Esquivil Gandiaga, cigarrera a domicilio, y de Martín Amuriza Arrieta, albacea del Ayuntamiento. Aficionado al estudio, Dionisio, quien vivió con su abuela portera en un barrio acomodado de Bilbao, tuvo una buena educación gracias a una beca que le proporcionaron los frailes de un colegio próximo a su domicilio habitual. De ese colegio salió con una formación de contable y con una gran afición hacia las culturas literaria y política. En la época que residió en Madrid fue tesorero del PSOE. Victoria Velasco Soto (1897-1977) fue la hija pequeña de Braulio Velasco, hijo a su vez de un notario de Burgos, pero por su temperamento rebelde y justiciero, y su ideología socialista fue desheredado por el padre. Cuando se casó Alfonso XIII se hallaba realizando el servicio militar y le tocó asistir como soldado al desfile de carruajes, y allí estaba cuando estalló la bomba de Mateo Morral, el anarquista, hiriendo a varios caballos cuya sangre salpica al entonces joven Braulio. Poco después, ya sin fortuna ni ayuda paterna, se desclasó y se instaló en Bilbao, en la calle de San Francisco, donde trabajó de obrero plomero. Su madre, Ezequiela Soto, originaria de Lerín, Navarra, mantuvo la relación con sus nieta Begoña a través de una de sus hermanas  quien la acogía en verano en su pueblo natal. El matrimonio  de Braulio y Ezequiela mantuvo con dificultad una familia de nueve hijos. La mayor, Matilde, se hizo rica con el estraperlo en la guerra y después se hizo peletera; Rosalía y Lucía fueron modistas. Rosalía mandó a uno de sus hijos, César, a Rusia acogido como niño de guerra, este regresó al acabar la dictadura y murió en Barcelona; a Rosalía la recuerdo en su casa de Bilbao recogiendo por la casa, con un enorme imán atado a un cordel, los alfileres que se le caían  a menudo. Justo murió en el 37 en el frente de Otxandiano y en  el bando Republicano; Braulio fue fusilado en la cárcel durante la guerra por Republicano, había sido denunciado por su novia quien se quedó con el poco dinero que tenía. Victoria siempre presumió de haber sido una de las primeras dependientas de un famoso comercio de Bilbao, "Mi tienda" y de haber aprendido esperanto, la famosa lengua universal. Incluso cuando enfermó de alzheimer, una de las pocas cosas  que recordaba era esa, la de haber sido dependienta de ese famoso negocio.  Dionisio y Victoria tuvieron cuatro hijos pero tres murieron al poco de nacer. En la foto de la derecha, Dionisio con su hija Begoña.



Calle Agullers de Barcelona. En el primer piso del segundo edificio, se instaló la familia hacia 1915. Begoña recordaba su infancia en esa calle y en esa casa como una de las más felices de su vida. De ahí se trasladaron al Paseo de San Juan y después, poco antes de estallar la guerra a entonces a la Avenida 14 de abril (actualmente Diagonal)

Caricatura de Dionisio Amuriza que representa su oficio por entonces (tenedor de libros o contable) y su afición por la lectura de clásicos.


Dionisio Amuriza disfrazado de torero. Otra de sus aficiones fue la tauromaquia.


En un estudio fotográfico andaluz. Tenía un gran sentido del humor y le gustaba mucho disfrazarse.

Hacia 1924, junto con un socio, crearon en Barcelona una compañía de taxis AMUCOBA que debido a su inexperiencia, pronto fracasó. Sostenía Dionisio que los chóferes no eran muy duchos en la conducción y tenían demasiados accidentes que malograban los vehiculos.

Durante la República Dionisio -al fondo con sombrero; su hija Begoña, en primer plano- montó un restaurante vasco en el barrio gótico, ACHURI, lugar de reunión de vascos de la ciudad y de socialistas de renombre como Indalecio Prieto, amigo personal de Dionisio. Tras su detención, al acabar la guerra con la victoria de Franco y por estar fichado como socialista y suscriptor del periódico "El Liberal" pudo librarse de la ejecución gracias a la intermediación de un amigo. Pero pagó con la entrega de todas su propiedades empresariales: fue requisado Achuri y también otro que abrió junto a su domicilio, ya en la Diagonal 432, que se llamó Achuri Chiqui. Al quedarse sin trabajo el cocinero del Achuri, Antonio Mailán -en la foto, sentado con pajarita-, abrió otro restaurante en La Rambla nº 20, en 1941, el famoso Amaya por el que han pasado, a lo largo de los años, numerosos personajes ilustres (El País: Los 60 años del Amaya, 4 de juliode 2001)

Restaurante Achuri.
 15 de mayo de 1936. Indalecio Prieto, Ministro de Marina y Aire, visita Barcelona. Detrás, a su derecha, con sombrero, Dionisio Amuriza Esquibil.


El 26 de enero del 1939, pocos días antes de la entrada de las tropas franquistas en Barcelona, Largo Caballero acompañado de su familia abandona el piso de la Avenida Diagonal 436, donde vivía su amigo, también socialista, Dionisio Amuriza Esquibil, y donde había pasado la Navidad de 1938 con su familia, para dirigirse a la frontera francesa el 29 de enero de 1939 junto con su colaborador y amigo, el también socialista Luis Araquistain. 

La afición a los toros la contagió a Begoña. su hija, que en la foto aparece recoguiendo la montera que le brindó el torero Agüero. Detrás, Dionisio.

Ya en Izarra, Begoña, con los hermanos Montes Azaola y otros amigos.


En la posguerra, Dionisio se asocia de nuevo a un pequeño empresario catalán, Ripoll, y crean INTAPSA, una empresa de fabricación de taxímetros en la calle Bailén de Barcelona. Al entrar en la fábrica te encontrabas con una ventanilla donde te recibía el contable con manguitos en los brazos. El piso de arriba estaban los jefes. Se subía por una escalera al altillo de madera se guardaban los documentos en armarios de persiana. En la planta baja al fondo y a la izquierda se situaban los obreros con las máquinas de fabricación de aparatos.





A causa de la muerte de Dionisio en 1957, Alberto Montes regresa de Venezuela y se incorpora a la sociedad de INTAPSA donde permanecerá hasta su jubilación.



Dionisio Amuriza y Vitoria Velasco 1950.


Vitoria Velasco y una buena amiga, Águeda Rabal (Águilas, Murcia), que emigró por aquella época a Brasil.

Dionisio Amuriza su hija, Begoña y sus nietas en 1950, poco tiempo antes del embarque hacia Caracas. Gracias a los fotógrafos de calle que había en las ciudades, se han podido recuperar muchas imágenes de la época.


domingo, 11 de octubre de 2015

III. RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA FAMILIAR. Los descendientes: la fractura emocional y económica tras la Guerra Civil.

Rara es la familia que en 1936 no padeciera graves consecuencias a causa de la Guerra Civil, en primer lugar, por la desaparición de alguno de sus miembros, y después porque muchos de esos miembros de una misma familia estuvieron enfrentados en bandos opuestos. Tras acabar la contienda, nuevos sufrimientos: el exilio y la crisis económica que obligaron a partir de nuevo a América. Pero el fuerte sentimiento familiar, a pesar de las infortunios, demuestra que unir personalidades, incluso ideologías, con respeto, honradez y lealtad puede salvar al grupo y a sus descendientes cara al futuro. Lo mismo podría hacerse extensible a los estados y gobiernos.
 


Luis Montes Gorostiaga, con Isabel Azaola Aspizua y su hijo primogénito Luis Mª Montes Azaola, muerto en combate a los tres meses de iniciarse la guerra.

1935. Juan y Alberto Montes Azaola bailando en la romería de Abornícano. Ambos consiguieron librarse del frente de guerra al morir su hermano mayor y gracias a la intervención de su padre con el mando de guerra.


1936. Inicia el conflicto bélico con tantas tragedias. Agrupación 8º Regimiento Requetés de Álava.


Misa de campaña

Soldados del 8º Regimiento de Requetés de Álava con Luis Mª Montes Azaola bebiendo en bota poco antes de entrar en combate en  Villareal. El 2 de diciembre se posicionó en ese lugar el 8º Regimiento mandado desde Vitoria por el teniente coronel Camilo Alonso Vega. El 3 de diembre fue herido Luis Mª y murió en 2 de febrero de 1937 en el hospital de Vitoria.


En el frente de Villareal. Fotos del archivo familiar.



El grupo posando con un cañón. Arriba misa de campaña. Como se sabe, los requetés oían misa antes de entrar en combate. Luis Mª Montes a la derecha con boina y estrella poco antes de ser herido de gravedad.


                                           


Juan Montes Azaola, radiotelegrafista, a la derecha, sentado con algunos aviadores italianos.

    

                                       8º Regimiento Requetés de Álava. Luis Mª Montes Azaola con pantalón claro, 
muerto a los tres meses de iniciarse el conflicto. Fotos del archivo familiar.

Foto hecha por Alberto Montes Azaola en  Hospital de Vitoria donde murió
su querido hermano, Luis Mª, a los 27 años, herido de bala enemiga, pero sin llegar haber disparado ni un tiro.
















1937. Los hermanos Mª Dolores, Juan y Alberto de luto por la pérdida del hermano. Los tres murieron en 1998,
como si no hubieran querido sufrir el dolor de otra pérdida más allá de unos pocos meses entre sus muertes, y a 100 años después de la construcción de la casa de Izarra, cerrando el ciclo del s.XX. Cuando Mª Dolores comunicó a su madre la muerte de uno de sus hijos -dos estaban en el frente, Luis y Juan- la madre sólo acertó a preguntar ¿cuál de ellos ha sido?A pesar de haber muerto en la guerra el hermano mayor, el menor, Alberto, no se libró de la incorporación a filas. Estuvo en el frente como conductor de camiones hasta que una tuberculosis lo mandó para casa. Nunca pudo olvidar lo que vivió en el frente.


Mª Dolores Montes Azaola (1913-1998). Siempre estuvo al cuidado de los padres y tíos. Tuvo, no obstante una educación propia de las jóvenes de su clase social. Se educó en un colegio para "señoritas": aprendió francés y tocaba el piano. Estaba tan pendiente de su madre y la madre tanto de ella que a veces se la había oído exclamar "Madre, cada vez me parezco más a Nástenka (la protagonista de Noches Blancas de Dostoievski), me tienes atada a ti como Nástenka a su abuela ciega, casi cogida a tu falda con un alfiler". Siempre lamentó no haber tenido sus propios hijos pero con los sobrinos y sobrinas fue muy cariñosa. Y siempre la recordamos.





 
Mª Dolores Montes Azaola integrada en el bando vencedor. Ella y su madre Isabel fueron las únicas supervivientes de la saga. Vivieron con la pensión de orfandad por el hijo y hermano muerto y procuraron seguir la tradición familiar de guardar los ahorros que quedaban de la pequeña fortuna de México para los nietos y sobrinos. 


    



  


1942. Alberto Montes Azaola, finalizó sus estudios de química al acabar la g Valladolid. La falta de trabajo y la del paraguas protector del hermano mayor, con una familia a su cargo, una madre, viuda, y hermana las que atender, le haría tomar la decisión de emigrar a Venezuela en 1949. Curiosamente se había casado con la hija de un empresario vasco afiliado al partido socialista y asentado en Barcelona, cuyo negocio (INTAPSA) acabó siendo la base del sustento familiar. A la severidad y rectitud conservadora de los miembros de la familia paterna con un fuerte sentido de familia, se unió el compromiso político-social y el sentido del humor de la familia materna.


domingo, 4 de octubre de 2015

II. RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA FAMILIAR. LA LÍNEA LIBERAL DE LA FAMILIA. Los primeros y convulsos años del s. XX. Enfrentamientos entre trabajadores y comerciantes integrados, estos últimos, en los llamados somatenes.



En una época de luchas obreras contra los abusos de la clase burguesa, y ante la pasividad del gobierno contra los levantamientos proletarios, muchos comerciantes se movilizaron, ante la pasividad del gobierno para defender sus negocios. De ese impulso, surgieron los llamados "Somatenes" de propietarios de pequeños comercios en defensa de sus intereses. Así pues, muchos de los cauces migratorios de familias dedicadas al pequeño comercio, emigraron del medio rural para situarse en ciudades como Bilbao y San Sebastián. Isabel Azaola Aspizua, originaria de Izarra, Álava, donde se había instalado su padre, Cipriano, un comerciante de vinos, a raíz de la llegada a la zona del ferrocarril, entroncó, por matrimonio, con Luis Montes Gorostiaga originario por familia de Guipúzcoa y de Vizcaya. La relación entre los padres de ambos como comerciantes, a su vez, instalados en Bilbao, impulsó ese matrimonio. Se dice que el bisabuelo de Luis, Juan Montes Carrasco, llegó a Tolosa desde Cantabria, como médico, durante la guerra de la independencia napoleónica (1808-1813), y que en 1816 se casó con Concepción Lizarzaburu Martí (1796-?), oriunda del pueblo de Lizarza, Tolosa). El nieto, Juan Montes Laburu, comerciante pero con buena formación cultural, se casó con Venancia Gorostiaga, tía del famoso músico, Alberto Gorostiaga e Ipiña, profesor de canto en París y Hollywood de la cantante Lily Pons. Se dice que uno de los primeros Lizarzaburu en 1512 recibió el título de Barón de Lizarzaburu, por sus hazañas en favor de los Reyes Católicos cuando tuvo lugar la contienda bélica contra los franceses en la batalla de Velate, Navarra. En esa contienda se requisaron los famosos doce cañones a las tropas enemigas, proeza indudable dado que las tropas de entonces contaban aún con escasa piezas de este calibre.  





Juan Montes Laburu (1850-?), casado con Venancia Gorostiaga Echevarría  (1856-?)(arriba, en los toros), tía del famosos musicólogo Alberto Gorostiaga Ipiña. Venancia era hija de un afamado comerciante de sombreros, Martín Gorostiaga Larrínaga, de origen guipuzcoano quien se casó con Magdalena Echevarría Reguero, nacida en Bilbao en 1838 de profesión costureraJuan Montes Laburu, natural de Tolosa, Guipúzcoa, al casarse con Venancia invirtió en una sombrerería para la clase social alta en El Arenal de Bilbao (ver foto). Cuando comenzó la crisis de venta de estos sombreros (años 20 y 30), la sombrerería tuvo que cerrar. En aquellas épocas había en Bilbao muchas protestas porque esos sombreros impedían ver la escena en los teatros.

En el libro titulado "Memorias de un bilbaino. De 1870 a 1900" de José Urueta con prólogo de José Mª de Areilza, editado en 1952 en San Sebastián, se dice "Al final de la acera del Boulevard, había otra pequeña tertulia en la sombrerería de Juan Montes, tolosano de origen pero que pasó el sitio de Bilbao, siendo auxiliar y de los más finos, y estaba considerado y querido como chimbo originario." Parece ser que el origen del apellido Montes, entre los lugareños de Tolosa procede del abuelo, un médico oriundo de Cantabria, Juan Montes Carrasco, que llegó a la zona para incorporarse a las filas contra la invasión francesa (1808-1813), y casó en 1816 con Concepción Lizarzaburu Martí (1796-?). 




A la derecha, Alberto de Gorostiaga Ipiña en agosto de 1954, hijo de Alberto Gorostiaga Echevarría y padrino de Alberto Montes Azaola. Nació y murió en Bilbao (1880-1957). Maestro de canto, establecido sucesivamente en Barcelona, Milán, París en 1903, Hollywood y Nueva York. Entró en la ópera como cantante y salió de ella para acreditarse como uno de los mejores maestros de canto de su época. Fue el artífice de la carrera artística de la famosa soprano Lily Pons. Los gobiernos de Italia, Francia y España le condecoraron. Viajó asiduamente a España y conoció a su tercera pareja, la mezzosoprano Lide Ibarrondo. Fue miembro de la Logia Caridad de Bilbao, de ideología democrática y liberal, y por ello juzgado en 1946 por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo (vigente entre 1940-1963), y condenado a doce años de prisión. Fueron masones famosos personajes de la cultura y el pensamiento como Montesquieu, Voltaire. George Washington, Mozart, Oscar Wilde, Conan Doyle, Antonio Machado, Rubén Darío, Manuel Azaña, Santiago Ramón y Cajal o Winston Churchill entre muchos más.

La Masonería defendía una ideología racionalista y liberal sin imposiciones dogmáticas. Se constituía a través de gremios y profesiones. En las Logias se enseñaba a cada miembro la existencia de una Verdad en el mundo, que es constante e invariable pero cada Mason tenía el deber de buscarla a través del conocimiento y la racionalidad. Sus miembros se identificaron con posiciones ideológicas socialistas o nacionalistas pero siempre democráticas.

            Al ver la detención de su tío Juan Montes Gorostiaga, probablemente por pertenencia a Logia Masónica, y posterior muerte en la prisión de Celanova en el 39, explicaría que partiera a EEUU hasta el año siguiente a la condena, que le permitió viajar a España redimido por su contribución a la cultura musical y por el apoyo internacional. Fue condecorado con la Encomienda de Alfonso X El Sabio en 1947 por iniciativa del Ministerio de Educación Nacional (ver BOE).

Siguió trabajando en Estados Unidos, donde firmó con el Metropolitan Musical Bureau. En 1953 cantó junto a Lily Pons en la gala de honor del presidente de EE UU Dwight D. Eisenhower. Aquejado de una enfermedad cardiaca, se trasladó a su ciudad natal donde murió con 77 años en el Hotel Carlton de Bilbao.
 "Por profesiones, podemos dividir a la masonería vizcaína en dos épocas bien definidas», detallan Xabier Gómez y Pedromari de Zubiaga en el libro 'La Masonería en Bizkaia'. «En la primera, a finales del siglo XIX y principios del XX, contamos con la presencia de unos diez artistas líricos, tenores de ópera, tiples y tenores de zarzuela y un director de orquesta, numerosos marinos, maquinistas navales, pilotos y capitanes mercantes, empleados, libreros, propietarios e industriales. En la segunda época, la más cercana a la guerra civil, las logias se nutren de políticos y militares". "Los masones a partir del s. XVIII, ya no eran constructores al uso, sino que anhelaban la edificación de una nueva Humanidad mediante la perfección del Hombre a través del conocimiento. De esta forma, surgía una entidad con unos principios muy novedosos para la época, como la defensa de la dignidad humana, de la solidaridad y de la fraternidad. Pero esta actividad transformadora fue severamente perseguida tanto en monarquías como en repúblicas". A alguien, un día, se le oyó decir "si soy mejor persona es porque soy masón".
(
https://elasombrario.publico.es/espana-salda-cuentas-con-la-masoneria-estigmatizada-y-perseguida/)




Arriba, Lola Montes Gorostiaga (1890 ?-1960 ?). Vivió y murió en San Sebastián hacia 1960. Parece ser que estuvo afectada, en los últimos tiempos, por un estado de demencia, provocado quizá por el miedo y el cruel destino de su hermano Juan y el expediente policial de su hermano Luis. Esa situación la llevó a regalar sus joyas a la mujer del dictador Francisco Franco, como alejar al franquismo persecutorio de la familia. A la izquierda, Juan Montes Gorostiaga (1874-1939), fue profesor de música y murió de caquexia en la cárcel franquista de Celanova, Orense, en octubre de 1939, a los 65 años de edad, algo que la familia siempre ocultó quizá por el miedo que les infundió la dictadura y su detención por ser seguramente masón. Sentadas están Venancia y Lola. En medio, pudiera ser otra de las hijas que murió pronto. 

En la Gaceta de Madrid de 22 de agosto de 1892, nº 235, página 721 aparece el listado de los premiados en el curso 1891-92 por la Escuela de Música con los nombres en distintas habilidades musicales. En ese listado está Juan Montes primer premio en solfeo del profesor Tragó y, en Armonía, el segundo premio del profesor Fontanilla.



Luis Montes Gorostiaga
(1888-1942), segundo hijo de Venancia. Casado con Isabel Azaola Aspizua. Se incorporó al somatén de Bilbao en defensa de sus intereses comerciales y
empresariales centrados en el sector de la sobrerería y la zapatería. Pero las sucesivas crisis económicas y el ambiente político social acabaron arruinando todos sus proyectos de gestión empresarial. Su final estuvo marcado por la pérdida en los primeros días de la guerra civil de su hijo mayor que se había alistado en las filas de los requetés de Navarra, influido por sus tíos Azaola, sin él saberlo. Por ello intentó por todos los medios ponerse en contacto con el mando de guerra franquista para recuperar del frente a sus otros dos hijos, Alberto y Juan. Hay una ficha en el archivo de memoria histórica en la sección de pertenencia a logia masónica.

    

Foto de Alberto Unzurrunzaga
Foto de Alberto Unzurrunzaga



1913. Sombrerería de Juan Montes Laburu en El Arenal de Bilbao durante una carga de la guardia a caballo contra alguna concentración obrera. La sombrerería acabó cerrando por los cambios en la moda hacia los años 20 y 30, y la consiguiente crisis de sombreros de copa de hombre de influencia francesa e inglesa o los de mujer de alas grandes y sedas. "Los años 20 en Europa, en los que las reglas formales sobre cómo vestir comenzaron a relajarse, fueron el momento perfecto para que la gente optara por quitarse de vez en cuando el sombrero, que aunque seguía utilizándose (especialmente por las clases altas) ya no se veía como una obligación. Sorprendentemente, en los años 30 se retrocedió un poco y aparecieron nuevos modelos, y en los años 40 llegó la Segunda Guerra Mundial y con ella nuevos cambios sociales". (El Confidencial)



La tía abuela Lola Montes Gorostiaga con su sobrino Luis Mª Montes Azaola en la playa de San Sebastián.



La tía abuela Catalina Azaola Aspizua con su sobrina Mª Dolores Montes Azaola en Bilbao, calle de Buenos Aires.


     

Luis Mª Montes Azaola. Fotografía con efecto de espejos
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Nuestro padre, Alberto Montes Azaola.




Desfile del somatén de Bilbao. En el centro de la primera fila, el abuelo Luis Montes Gorostiaga.