Los movimientos migratorios de los
españoles desde el último cuarto de siglo XIX hasta el periodo franquista
afectaron de lleno a muchas personas de distinta condición social o ideológica.
El desarrollismo de ciudades como Barcelona cuando se iniciaron las obras de
construcción del plan Cerdá y la ampliación del Ensanche favoreció la llegada
de paulatinos y cada vez más numerosos grupos de gentes de otras regiones
españolas. En 1918 llegaron a dicha ciudad Dionisio Amuriza Esquivil y Victoria Velasco Soto procedentes
de Bilbao, y se instalaron en el llamado barrio gótico de la antigua ciudad, calle Agullers,
esperando nuevas oportunidades laborales. Los primeros trabajos llegaron, y
Dionisio comenzó a hacer compatibles sus habilidades para la contabilidad y para
la gestión empresarial con sus inquietudes políticas socialistas. Cuando estalló la Guerra, Dionisio y Vitoria se habían trasladado a vivir a la Avenida Diagonal. Tras la
guerra civil comenzaron los veraneos en Izarra, donde entraron en contacto las dos familias, los Montes Azaola y los Amuriza Velasco.
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1919. Dionisio Amuriza Esquivil (1893-1957), era hijo de Marcelina Esquivil Gandiaga, cigarrera a domicilio, y de Martín Amuriza Arrieta,
albacea del Ayuntamiento. Aficionado al estudio, Dionisio, quien vivió
con su abuela portera en un barrio acomodado de Bilbao, tuvo una buena
educación gracias a una beca que le proporcionaron los frailes de un
colegio próximo a su domicilio habitual. De ese colegio salió con una
formación de contable y con una gran afición hacia las culturas
literaria y política. En la época que residió en Madrid fue tesorero del
PSOE. Victoria Velasco Soto (1897-1977) fue la hija pequeña de Braulio Velasco, hijo a su vez de un notario de Burgos, pero por su temperamento rebelde y justiciero, y su ideología socialista fue desheredado por el padre. Cuando se casó Alfonso XIII se hallaba realizando el servicio militar y le tocó asistir como soldado al desfile de carruajes, y allí estaba cuando estalló la bomba de Mateo Morral, el anarquista, hiriendo a varios caballos cuya sangre salpica al entonces joven Braulio. Poco después, ya sin fortuna ni ayuda paterna, se desclasó y se instaló en Bilbao, en la calle de San Francisco, donde trabajó de obrero plomero. Su madre, Ezequiela Soto, originaria de Lerín, Navarra, mantuvo la relación con sus nieta Begoña a través de una de sus hermanas quien la acogía en verano en su pueblo natal. El matrimonio de Braulio y Ezequiela mantuvo con dificultad una familia de nueve hijos. La mayor, Matilde, se hizo rica con el estraperlo en la guerra y después se hizo peletera; Rosalía y Lucía fueron modistas. Rosalía mandó a uno de sus hijos, César, a Rusia acogido como niño de guerra, este regresó al acabar la dictadura y murió en Barcelona; a Rosalía la recuerdo en su casa de Bilbao recogiendo por la casa, con un enorme imán atado a un cordel, los alfileres que se le caían a menudo. Justo murió en el 37 en el frente de Otxandiano y en el bando Republicano; Braulio fue fusilado en la cárcel durante la guerra por Republicano, había sido denunciado por su novia quien se quedó con el poco dinero que tenía. Victoria siempre presumió de haber sido una de las primeras dependientas de un famoso comercio de Bilbao, "Mi tienda" y de haber aprendido esperanto, la famosa lengua universal. Incluso cuando enfermó de alzheimer, una de las pocas cosas que recordaba era esa, la de haber sido dependienta de ese famoso negocio. Dionisio y Victoria tuvieron cuatro hijos pero tres murieron al poco de nacer. En la foto de la derecha, Dionisio con su hija Begoña.
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Calle Agullers de Barcelona. En el primer piso del segundo edificio, se instaló la familia hacia 1915. Begoña recordaba su infancia en esa calle y en esa casa como una de las más felices de su vida. De ahí se trasladaron al Paseo de San Juan y después, poco antes de estallar la guerra a entonces a la Avenida 14 de abril (actualmente Diagonal)
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Caricatura de Dionisio Amuriza que representa su oficio por entonces (tenedor de libros o contable) y su afición por la lectura de clásicos. |

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Dionisio Amuriza disfrazado de torero. Otra de sus aficiones fue la tauromaquia. |
En un estudio fotográfico andaluz. Tenía un gran sentido del humor y le gustaba mucho disfrazarse.
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Hacia 1924, junto con un socio, crearon en Barcelona una compañía de taxis AMUCOBA que debido a su inexperiencia, pronto fracasó. Sostenía Dionisio que los chóferes no eran muy duchos en la conducción y tenían demasiados accidentes que malograban los vehiculos. |
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Durante la República Dionisio -al fondo con sombrero; su hija Begoña, en primer plano- montó un restaurante vasco en el barrio gótico, ACHURI, lugar de reunión de vascos de la ciudad y de socialistas de renombre como Indalecio Prieto, amigo personal de Dionisio. Tras su detención, al acabar la guerra con la victoria de Franco y por estar fichado como socialista y suscriptor del periódico "El Liberal" pudo librarse de la ejecución gracias a la intermediación de un amigo. Pero pagó con la entrega de todas su propiedades empresariales: fue requisado Achuri y también otro que abrió junto a su domicilio, ya en la Diagonal 432, que se llamó Achuri Chiqui. Al quedarse sin trabajo el cocinero del Achuri, Antonio Mailán -en la foto, sentado con pajarita-, abrió otro restaurante en La Rambla nº 20, en 1941, el famoso Amaya por el que han pasado, a lo largo de los años, numerosos personajes ilustres (El País: Los 60 años del Amaya, 4 de juliode 2001)
Restaurante Achuri.
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15 de mayo de 1936. Indalecio Prieto, Ministro de Marina y Aire, visita Barcelona. Detrás, a su derecha, con sombrero, Dionisio Amuriza Esquibil.
El 26 de enero del 1939, pocos días antes de la entrada de las tropas franquistas en Barcelona, Largo Caballero
acompañado de su familia abandona el piso de la Avenida Diagonal 436,
donde vivía su amigo, también socialista, Dionisio Amuriza Esquibil, y
donde había pasado la Navidad de 1938 con su familia, para dirigirse a
la frontera francesa el 29 de enero de 1939 junto con su colaborador y
amigo, el también socialista Luis Araquistain.
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La afición a los toros la contagió a Begoña. su hija, que en la foto aparece recoguiendo la montera que le brindó el torero Agüero. Detrás, Dionisio. |
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Ya en Izarra, Begoña, con los hermanos Montes Azaola y otros amigos. |
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En la posguerra, Dionisio se asocia de nuevo a un pequeño empresario catalán, Ripoll, y crean INTAPSA, una empresa de fabricación de taxímetros en la calle Bailén de Barcelona. Al entrar en la fábrica te encontrabas con una ventanilla donde te recibía el contable con manguitos en los brazos. El piso de arriba estaban los jefes. Se subía por una escalera al altillo de madera se guardaban los documentos en armarios de persiana. En la planta baja al fondo y a la izquierda se situaban los obreros con las máquinas de fabricación de aparatos. |

A causa de la muerte de Dionisio en 1957, Alberto Montes regresa de Venezuela y se incorpora a la sociedad de INTAPSA donde permanecerá hasta su jubilación.
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Dionisio Amuriza y Vitoria Velasco 1950. |
Vitoria Velasco y una buena amiga, Águeda Rabal (Águilas, Murcia), que emigró por aquella época a Brasil.
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Dionisio Amuriza su hija, Begoña y sus nietas en 1950, poco tiempo antes del embarque hacia Caracas. Gracias a los fotógrafos de calle que había en las ciudades, se han podido recuperar muchas imágenes de la época. |
Hola, habria posibilidad de poder contactar con Ud. a traves de un correo electronico, mi nombre es Rosa Martinez no nos conocemos pero me gustaria comentarle algo que me ha explicado mi madre. Agradezco la atencion dispensada y espero no haberla molestado. Gracias
ResponderEliminarTendré mucho gusto en contactar con Ud. Mi correo es lolamontes49@gmail.com
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